Y terminamos este mes dedicado a los luchadores mostro con un gladiador que regreso de la muerte para cobrar venganza de uno de sus más acerrimos rivales. Para cerrar con broche de oro, hoy les tengo a Satan.
¡Ah ca...nijo! Se preguntaran ¿y ese quien es? Pues si aun les quedaba la duda, es un luchador que solo existió en el universo de las películas de luchadores. Satán fue el enemigo principal de Blue Demon, Mil Mascaras y El Santo (por 10 minutos) en la cinta, Las Momias de Guanajuato.
Si no la han visto, la pueden encontrar en Youtube sin problemas. Algún día (haber cuando) les hablaré más a detalle de esa película en este espacio.
La historia detrás de Satán va mas o menos así. Satán era un luchador de mediados del siglo XIX que tenía este apodo / nombre, porque según la leyenda rendía culto al príncipe de las tinieblas y que le otorgaría favores como el ser campeón del mundo.
En 1871 El Santo Enmascarado de Plata, lo retó por ese campeonato, derrotándolo. Satán intento recuperar el campeonato en varias ocasiones pero nunca pudo superar al Enmascarado de Plata. Poco tiempo después moriría, no sin antes jurar que 100 años después regresaría para cobrar venganza. Para conservar su cuerpo, lucifer lo momificaría.
En una noche de Agosto en 1971, Satán volvió a la vida, junto con otras momias en el museo en el que se encontraban como exhibición. Provocando pánico y caos en la población de Guanajuato, ni siquiera Blue Demon y Mil Mascaras pudieron hacer frente los embates de Satan y su legión de momias.
Con ayuda del Santo de 1971, la tercia de luchadores pudo derrotar a Satán y su ejercito, asegurándose de que no se fueran a levantar otra vez.
Regresando a la realidad, Satán, fue interpretado por Tinieblas, que como dato curioso, antes de debutar como luchador profesional, ya había participado como extra en algunas cintas, además de que primero debuto en la pantalla grande que en un cuadrilátero, con el largometraje, Los Campeones Justicieros.
Ahora si, se acabo este mes especial de luchadores mostro. Los espero la próxima semana, aquí, en la caverna.
Francisco Arreola
@fcoarreola
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