Dejo
de berrear y mentar madres por la frustración de no poder subir el
programa de hoy y mejor me distraigo trabajando en la edición de
esta semana de la caverna (si, me gusta “vivir al extremo” y
escribo la columna horas antes de publicarla) . Que la verdad a como
ha estado el día, me haría bien ver la película que les tengo hoy,
Nacho Libre.
Quitemos
del camino lo obvio. Como dijera mi hermano, es una gringadera. Al
final, la película se toma ciertas libertades, con las que exagera e
ignora ciertos aspectos de nuestra lucha libre. Del personaje
principal mejor ni hablemos, hay quienes les pesa que el Nacho no
parezca mexicano, al menos logran justificarlo diciendo que su madre
era escandinava, me imagino que son extremadamente blancos por
aquellos l'ares.
Estos
detallitos molestarían a cualquier aficionado de hueso colorado a
este bello deporte, inclusive, en su momento me hizo enojar a mi.
Pero después de verla un par de veces más, se convirtió en una de
mis películas favoritas. ¡Hipocrita! Me he declarado como un
purista/conservador de la lucha libre, pero con esta película no
aplica. Al final es un guilty pleasure de un servidor. ¿No están
familiarizados con el concepto? Chequen este video del Nostalgia
Critic, estoy seguro que después de verlo encontraran en sus gustos
alguna canción/película que este dentro del rango de éste termino.
Regresando
a la cinta, por si no la han visto, la historia va así. Nacho es el
hijo de una misionera escandinava y un diacono mexicano (¿Cuales son
las probabilidades de que esto pase?) que queda huerfano y es
internado en un monasterio / seminario / orfanato, donde se convierte
en el cocinero.
Nacho
se encariña con los niños del orfanato y se siente mal por no poder
ofrecerles algo mejor para comer. ¿Su solución para ganar dinero y
darles mejores alimentos a los niños? Enmascararse y convertirse en
luchador profesional.
Y
ahí la dejo, porque si no les termino contando la película. Pero
aquí no acaba la columna. ¿Qué me hace disfrutarla?
De
entrada, visualmente es muy atractiva, vaya, la fotografía es buena.
La composición de algunas tomas, los colores y tonos me llenaron el
ojo.
Aunque
esta vagamente basada en la carrera de Fray Tormenta, logra conservar
la esencia de su historia: un sacerdote que se vuelve luchador para
ayudar a niños huerfanos.
A
pesar de los detalles que ya mencione, es una película de lucha
libre. A final de cuentas, esto provocó que la viera en un
principio.
Por
último, tiene ciertos aires de Napoleon Dynamite. Creo que en esto
mucho tuvo que ver, que ambas películas fueron hechas por el mismo
director, Jared Hess.
Una
película entretenida, que no importa si la ven en español o ingles,
les hará pasar un buen rato. Me despido y los espero la próxima
semana aquí, en la caverna.
Francisco
Arreola
@fcoarreola
cabe resaltar que contó con la participación de un luchadorazo como lo es el señor Cesar Gonzales "silver king" =)
ResponderEliminarPor el coraje se me olvido poner eso y el cameo que tuvo el anunciador Armando "Mucha Crema" Gaytan
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