viernes, 28 de septiembre de 2012

En La Caverna, En mis tiempos



Sin sonar como un viejo amargado que solo usa la frase “en mis tiempos todo era mejor”, debo decir que no envidio a los niños de ahora. Demasiada tecnología los mantiene cautivos y ya es muy raro verlos jugando en las calles o parques, como yo solía hacerlo. Si, ya había videojuegos y demasiadas caricaturas en mis tiempos, pero realmente nunca ocuparon una parte importante de mi infancia.

Lo que tampoco envidio de los infantes de ahora, es la lucha libre con la que están creciendo. Guacala de pollo, dijera Arturo Rivera. Se ven demasiado niños con playeras y artículos de la WWE. Platico con mis pocas amistades que tienen hijos o sobrinos y lo primero que me dicen cuando el programa o este sitio sale en el tema de conversación, es que el luchador favorito del infante es John Cena.

No me imagino cómo es que los niños de hoy en día, tienen la paciencia para aventarse el promo de 15 minutos con el que Raw empieza normalmente. Al final, mi sugerencia para el padre o tio, es que ponga a su niño a ver lucha mexicana, estoy seguro que se divertirá más.

¿En qué me baso para decir todo esto? Simplemente porque crecí en una de las mejores épocas para la lucha libre. Aclaro, una de las mejores, no la mejor. Si me hubiera gustado crecer viendo al Santo de los 50's, el auge de luchadores enmascarados como El Solitario o Mil Mascaras en los 70's o las grandiosas tardes de Domingo en el Toreo de Cuatro Caminos en los 80's. Pero no, tengo memoria de los 90's y la verdad no me quejo.

¡En serio! Cómo quejarme, si tuve la oportunidad de vivir en una decada donde la lucha americana simplemente no existía en nuestro país. Creciendo en Monterrey, una ciudad relativamente cercana a los Estados Unidos, fue poco lo que me toco ver de la antigua WWF o la desaparecida WCW.

Puedo presumir que me toco ver luchadores del CMLL en plenitud, como Atlantis, Lizmark, El Sátanico, o El Dandy. Que de niño siempre me llamó más la atención ver luchadores enmascarados, pero ahora que lo reflexiono un poco, fue bueno haberlos visto luchar.

Presencié los inicios de Triple A, con el Hijo del Santo, Octagón, Mascara Sagrada, Psicosis, Rey Misterio Jr y Fuerza Guerrera. Como las cartas de presentación de esta nueva empresa. Que en su comienzo era todo un deleite ver cada uno de los encuentros de sus funciones. Nada que ver con lo que la tres veces estelar presenta hoy en día.

Y no hablemos de los juguetes y mercancía promocional. No hablo de los clásicos luchadores de plástico que se encuentran en mercados y tianguis. Hablo de figuras de “acción” oficiales de estas empresas. Ambas empresas lanzaron figuras de acción de algunos de sus luchadores, que no tenían mucha acción que digamos, pero para su servidor, siempre fueron entretenidas y junto con El Polaco, hoy tienen su merecido lugar en mi librero.


Ya sé que los tiempos cambian y con ellos, las formas de entretenimiento. Pero simplemente no me agrada la idea que la infancia mexicana tenga a la lucha libre en segundo plano. Por esta semana es todo y los espero en la próxima edición de en la caverna.

Francisco Arreola
@fcoarreola

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