Foto vía http://mx.fotolog.com/luchandoxlalibre |
Segundo
Viernes de opinión que no será así (Habrá que pensar en un nombre
nuevo). En ésta ocasión les quiero compartir una experiencia de un
viaje un tanto inesperado que tuve que hacer al DF esta semana. Nada
grave, solo acompañe a mi hermana para que terminara un trámite.
Aprovechando
que ibamos a estar más de un día en la capital del país, el Lunes
por la tarde nos encontramos con una prima que teníamos años de no
ver y nos fuimos a vagar los tres por el centro. No había mucho que
hacer (no se si fue mala suerte nuestra o así son todos los lunes en
el DF) los lugares turisticos obligados ya estaban cerrados.
La
hora de la cena ya estaba cerca y hasta ese momento me acorde de un
lugar famoso que todo aficionado a la lucha libre debe de visitar
mientras esta en el Distrito Federal, Las Tortas de Super Astro. Por
alguna estupida razón su servidor pensó que tan conocido local
estaría en Coyoacan. Mi prima sin haber oido hablar del lugar, me
hizo segunda y nos llevo a Coyoacan. Pero no sin antes, mi hermana
desconfiaría de mi y le pidiera a un amigo suyo la dirección exacta
del local.
Para
no hacer más largo el cuento, llegamos a Coyoacan y mi hermana
recibió la respuesta de su amigo. Las Tortas de Super Astro no se
encuentran en esa zona. Mi hermana me dedicó esa mirada de pistola
que toda mujer tiene. Ya estando ahí paseamos un rato, subimos al
metro, nos despedimos de nuestra prima y regresamos al hotel.
Un
día más en el DF, contando con la dirección y habiendo entendido
como usar el metro, no podía dejar pasar la oportunidad de
ir a las tortas de Super Astro. A pesar de lo sucedido el día
anterior, mi hermana apoyo la idea (Lo cual agradezco). Dimos otra vuelta por el centro y
tomamos el metro con dirección a la estación Balderas. Salimos de ahí y unas calles después ¡ Ahí estaba! Las tortas de Super
Astro.
Por
fuera parecía calmado, pero el friki/fan de la lucha libre que llevo
dentro parecía chango con ataques. Entramos al lugar y vaya sorpresa
que me llevé, no era el lugar que había visto en fotos, era mucho más pequeño y con diferente decoración, pero ya
estaba ahí y tenía hambre. Nos recibió muy amablemente un señor (sin faltarle el
respeto) bajito pero fornido y tomamos asiento en la barra. Detras de
mi había fotografías de Super Astro, de la inauguración del lugar
y cartulinas con los nombres de las tortas que se hacen en el lugar,
como la Último Guerrero o La Babe Richard.
Pedí
mi torta Ultraman y mientras comía tan sabroso manjar, no podía
dejar de ver las fotos de Super Astro y compararlas con el señor que
nos recibió (Hasta antes de aquella tarde no había visto a Super
Astro sin máscara). Mi hermana se preguntó lo mismo que yo: “¿Ese
señor es Super Astro?” Ante tal posibilidad el friki de la lucha
libre se apoderó de mi. Mi hermana insistio que le preguntara, pero
los nervios no me lo permitían. Ella se ofreció y sin que le
pensara mucho: “Disculpe ¿Usted es Super Astro?” A lo que el
señor respondio: “A sus ordenes señorita”
Creo
que pelé los ojos cuando escuché eso y me puse más nervioso de lo
que ya estaba. Mi hermana insitía en que hablara con él, pero yo
seguía mudo de la impresión. Espero que comprendan mi reacción
hasta ese momento, digo ¿Cuantas veces se les puede presentar la
oportunidad de conocer a uno de sus ídolos? Y sobre todo poder
platicar con ellos.
Mi
hermana le hizo el comentario de que yo era fan de las luchas y ahí
fue cuando me armé de valor. Le hice saber que estando en el DF
tenía que comer en las tortas de Super Astro, solo asintió.
Tenía
la duda si había perdido la máscara, él respondió rápido: “En
el 90 ante Villano III” A partir de ahí la conversación mejoró.
Nos contó que aquella ley que prohibe a los luchadores que perdieron
su máscara volver a enmascararse en menos de 5 años no es la misma
en todos lados, en Monterrey es de 3 años y en su natal Tijuana solo
un año. Por lo que platicaba él es muy respetuoso de esa ley,
inclusive cambió de personaje por una función, pero el público lo
reconoció y regresó a luchar como Super Astro.
Nos
plático otra anecdota, pero como fanático. En su curiosidad por
conocer a un luchador sin máscara hizo un trato con el administrador
de un hotel, vendería periodicos por una semana en ese hotel a
cambio de que le ayudara a identificar a un luchador. Super Astro
hizo su parte del trato y el administrador le dijo en qué habitación
se quedaba el Rayo de Jalisco. La ventaja que tenía este hotel, es
que las habitaciones estaban frente al estacionamiento.
Super
Astro aguardó en el estacionamiento frente a la habitación del
Rayo. Cuando al fin se abrió la puerta, salio un señor que caminaba
encorvado y arrastrando los pies. Super Astro se molestó con el
administrador del hotel, pero él insitía en que ese señor era el
Rayo de Jalisco. Le sugirió que esperara a que saliera de su
habitación otra vez, pero en esta ocasión se tenía que ir a la
arena a esperarlo. Así lo hizo y vio llegar a este señor que
caminaba encorvado y arrastraba los pies.
Tristemente
se nos estaba termiando el tiempo y teníamos que regresar a Puebla.
No sin antes tomarme una foto con él (Con Polaco Incluido).
¿Visitar
las tortas de Super Astro fue lo que esperaba? No, definitivamente
fue algo infinitamente superior que lo que tenía en mente. Disfrute
todo, la comida muy sabrosa, un agua de jamaica bien helada para
bajarla y lo mejor, tuve la oportunidad de platicar con uno de los
gladiador importante de la lucha libre mexicana.
Fanaticos
de la lucha libre, si están en el DF no pueden dejar de visitar las
tortas de Super Astro y para que no cometan el mismo error que yo, el
local se encuentra sobre la calle Luis Moya, casi esquina con Arcos
de Belen, Colonia Centro, a 3 cuadras del metro Balderas. Y si tienen
dinerito extra a 2 locales de las Tortas de Super Astro se encuentra
la tienda de artículos oficiales de Solar.
La foto del recuerdo con todo y Polaco |
Francisco Arreola
@fcoarreola
Sin duda, es un lugar muy rico, tienen un sazón particular con sus chilaquiles que saben muy ricos, aunque diferentes a los que me acostumbre en La Chilaquila
ResponderEliminar